
Escuela para Padres
Porque ser padre no es un instinto sino una forma de aprender en conjunto con nuestros hijos. Actualmente la educación de los hijos se ha tomado complicada provocando dificultades en el núcleo familiar y proyectando en el ámbito escolar diversas formas de conducta.
Es responsabilidad de nosotros como padres retomar nuestro papel y no olvidar que los hijos son el reflejo de nosotros mismos. Hogar y Escuela es donde el niño pasa la mayor parte de su día. Es aquí donde principalmente aprenderá patrones de conducta, normas y valores que guiarán su vida.
El objetivo del proyecto de Escuela para Padres es proporcionar a los padres de familia diversas estrategias para entender, apoyar, comprender y dar respuesta a los cambios propios del proceso de desarrollo por el cual están pasando sus hijos, tanto en el ámbito emocional, afectivo, académico y social.
La primera e indudable responsabilidad de traer al mundo a un hijo, es la de procurar formar personas íntegras e independientes a través de la educación, presencia y cariño de los padres. Ciertamente no es trabajo fácil y la desinformación llega a ser en muchos de los casos el principal obstáculo.
Son demasiadas las influencias de un ambiente negativo que hay que contrarrestar para convertirlas en herramientas de aprendizaje y crecimiento en libertad, voluntad e inteligencia que nos ayuden a luchar hacia un mismo frente: el de la dignidad de la persona humana.
Hoy por hoy vivimos en una sociedad que influye directamente en nosotros y en nuestras familias. Ya no se desenvuelve la vida en hogares cerrados a sus miembros y a una pequeña comunidad vecina. La diversidad de criterios, valores, etc., cada día es más grande gracias a los medios de comunicación y entretenimiento. Intentar cerrarse al mundo, es tomar una medida irracional; pretender abrirse totalmente a él, es quedar totalmente desprotegido y vulnerable.
Los padres no hemos de sentirnos inseguros y solos en nuestra tarea educativa. Ejemplo y guía alimentados por el amor que les tenemos a nuestros hijos, son la mejor educación que les podemos ofrecer. Sin embargo, algunas veces el sentirnos incapaces nos motiva a delegar nuestra responsabilidad educativa a la escuela o centro educativo al que asisten los niños.
Uno de los principales objetivos de la paternidad responsable, es la de guiar y educar con autoridad y cariño a nuestros hijos, buscando que lleguen a convertirse en adultos autosuficientes, libres y responsables. Este objetivo determinará el cómo se les guiará y educará en el camino hacia su desarrollo y madurez.
Para alcanzar este fin no hay como la prevención, la cual se logrará al prepararnos como padres, buscando los fundamentos y las bases para formar personas aptas que irán asumiendo su propio presente sin que los acontecimientos los tomen por sorpresa o desprotegidos. Si nuestros hijos además de recibir una educación profesional son personas humanamente preparadas, raramente serán víctimas de las circunstancias, pues tendrán la fuerza y los conocimientos para tomar la vida entre sus manos, constituyéndose verdaderamente en dueños y señores de su propio destino.
El objetivo de los Padres es proporcionar a nuestros hijos la educación que merecen; aquella que reconoce la dignidad de todo ser humano, tratándole como tal y enseñándole a vivir conforme a su propia naturaleza racional y espiritual. Es precisamente el hogar, primera escuela de vida y formación para la persona, donde se han de adquirir sólidos cimientos sobre los cuales la persona ha de ir consolidando la propia libertad que servirá de guía para formar su personalidad y carácter.
Es sumamente importante que entre los padres y el colegio brinden un mismo marco de referencia evitando en lo posible criterios encontrados en valores fundamentales que puedan hacer sentir al niño desorientado o en el peor de los casos manipulado o engañado.
Los padres debemos de aprender a ser guías, maestros y amigos durante toda la vida de nuestros hijos, pero principalmente durante los primeros años de su desarrollo, crecimiento y aprendizaje a través de los cuales toda vivencia positiva o negativa marcará definitivamente la forma cómo, ahora en su presente y posteriormente en el futuro, verán y afrontarán su vida.